Jueves 19 de noviembre de 2020, llegando a la Ciudad de México, a la Central de Autobuses de Observatorio, al salir, he visto aproximadamente a 35 personas acostadas en un cartón, algunas más afortunadas que otras y digo más afortunadas porque tenían con qué cobijarse y otras no.
Me impactó mucho la situación en México y más ahora que pasamos momentos complicados por la pandemia. Me detuve y me quedé pensando y vinieron a mi mente varias preguntas; observando a cada uno de ellos y a quien le pude ver la cara, (señoras, jóvenes, adolescentes, ancianos) me pregunté: ¿qué pasa con ellos? ¿Acaso no hay albergues, para personas vulnerables? ¿Por qué́ algunos son extremadamente pobres y otros extremadamente ricos? Muchas preguntas y respuestas pasaron por mi mente.
Recuerdo en una ocasión querer ayudar a una indigente en la ciudad de Ensenada, Baja California y de pronto llegó la ayuda para llevarla a un albergue y no quiso irse, entonces no entendí́ el por qué́. Quizás deba preguntar a cada uno de ellos su historia para poder llegar a una respuesta precisa y como reportera es mi deber informar.
Para que cada uno de nosotros haga algo para alegrar la vida de cada una de estas personas, donando una cobija, una prenda o un plato de comida, para mejorar esta situación. ¿Ustedes qué opinan?
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